Para unos cuantos, un poco de bálsamo amargo que tonifique el menguado espíritu:
sErGO serego.
El ego acecha sutilmente, hiena instalada tras el umbral de la conciencia
Espera un instante oportuno, calcula, huele el miedo y el afán de aceptación
Se solaza con cada palabra elogiosa, utiliza cuanta caricia lisonjera se le ofrenda
Cada retazo de admiración es sacrificado en su fastuoso festín
sErGO! Insensible suplantación del noúmeno por el fenómeno
El ser palidece eclipsado, espectador inerme de un parasito astuto
Que se engrandece, acrecentándose, hinchándose hasta lo insoportable
Sustrayendo sagazmente cada partícula sustanciosa, robándole el halito
A un ser misérrimo que padece anguria.
Ser-ego y nada mas!
Es curioso constatar con cuanta frecuencia el huésped se hace pasar
sigilosamente por el dueño de la posada. Ego defeat Ser. No creen?...
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